Nunca fui de enfermarme mucho, ni quebrarme o lastimarme. En general, siempre tuve "buena salud" (Júpiter en casa VI tkm). Pero cerca de los veintipico empecé a tener unas contracturas muy fuertes, sobre todo en hombros y cervicales. Eso a veces llevaba a dolores de cabeza terribles.. donde la única solución era irme a dormir y levantarme al día siguiente ☠️
Varios años después me enteré que tengo migrañas y empecé a bruxar.
Agrandé el combo con toda ��
Evidentemente mi cuerpo me grita cuando me estoy haciendo la gila con algo a través de la rigidez, del hacer fuerza, de retener. Quizás mi cuerpito hace mucha fuerza para evitar que sienta ciertas cosas...
Este último tiempo, mi curiosidad me estuvo llevando a leer, investigar e interesarme por la conexión entre el cuerpo y las emociones. Me copa leer sobre terapia somática, regulación del SNA, sobre cómo lo que no nos permitimos SENTIR queda de todas maneras registrado a nivel corporal, encapsulado.
El año pasado empecé a estudiar FOCUSING.
No quiero contarles la teoría de lo que es, quiero contarles algo de mi experiencia.
¿Les pasó alguna vez de sentir una incomodidad en el plexo solar, pero no tener ni idea qué la generó o de donde salió?
A mí más veces de las que hubiera querido. Y en el afán de seguir con el día, seguir apretando "posponer" para continuar con la normalidad del día. Pero en el momento en el que bajo dos minutos la guardia.. PÁ, ahí está esa sensación.
Apersonandose como si nada, como un golpe en el medio del pecho.
Quizás era medio obvio, pero cuando empecé a estudiar Focusing entendí que tenía que ver con que no le estaba dando lugar a esas sensaciones/emociones.
Al guardarlo en un cajoncito para después no estaba aliviandolo, al contrario, lo estaba estirando.
Les tiro un dato que me encanta: las emociones como reacción física duran 90 segundos... nada más que eso. Cuando sentimos que estamos todo el día enojadxs o tristes, tiene más que ver con que elegimos replicar y aferrarnos a esa emoción. Recreamos en nuestra mente escenarios que nos traen una y otra vez eso que estabamos sintiendo. Pero... esto es una elección.
El Focusing me mostró cómo cuando te tomás un rato para prestarle atención al cuerpo y te permitís percibir y sentir lo que pasa adentro tuyo a nivel corporal, algo adentro se afloja. No hace falta hacer mucho más que eso.
Hablarle, saludar esa sensación, aunque no sepas exactamente de qué se trata ni por qué se generó. De hecho, el porqué es lo que menos importa. Pero está ahí, dandote información sobre vos mismx.
Como si fuese un amigx que apareció para mostrarte algo...
PERCIBIR, DARLE LA BIENVENIDA y ACOMPAÑARLO
Quedarte un ratito acompañando esas sensaciones, imágenes o sonidos (porque a veces el cuerpo se expresa de maneras distintas, con colores o sensaciones).
Ese proceso, que suena muy simple, es muchas veces muy complejo. Nos cuesta, nos incomoda, nos duele. A veces no tenemos ni idea cómo hacerlo, cómo permanecer frente a la incomodidad. Pero es la llave para poder cambiar DESDE LA EXPERIENCIA.